Y parece que fue ayer cuando me desperté a las 6.30 am para prepararme e ir a la plaza de toros de las Ventas. No sabía que ese día se convertiría en uno de los días más especiales de mi vida.
He hablado tanto de ese concierto que ahora no me salen las palabras, o al menos no me salen palabras nuevas.
Sólo puedo decir que lo recuerdo como el más irrepetible, el más inolvidable y el mejor concierto al que he asistido en mi vida.
Hoy he estado viendo videos de aquel concierto y sin poderlo evitar he notado como una lágrima salía de mi mejilla y tras esa otras cuantas más.
Nostalgia de aquel concierto, nostalgia de aquel día, nostalgia de aquel calor, nostalgia de aquellas personas, notalgia de aquel lugar, nostalgia de Rubén y Leiva.
Recuerdos que se han quedado instalados, que han tomado un cómodo sitio en mi corazón y que sé que les costará moverse de ahí, recuerdos bonitos
Recuerdos de un día entero en la mítica plaza de toros de las Ventas.
Un día que ha dejado huella en mi vida
Recuerdos de una primera fila delante de un asústado, miedoso, desmelenado, rockero, sonriente, amable y siempre perfecto Rubén Pozo
Recuerdos de mis dos gotas, de mis traficantes rock n roll stars, de los más superjunkies, de mi
sustancia preferida, de las cositas que yo más quiero, de esos huracanes que son los mas grandes son unos terremotos, de mis rincones favoritos de Madrid que me hacen sentir como un princesa, girar como una nora y me ponen los pelos de punta porque... nunca he conocido a nadie como ellos.
