Llena de opciones, unas que escogiste y explotaste al máximo, otras que elegiste pero que dejaste con el tiempo desaparecer y otras que desaprovechaste.
Llena de gestos, algún abrazo que te hace recomponerte en las peores situaciones, una mirada que te proporciona calor, un tierno beso que signifique estoy a tu lado y que no siempre les damos el verdadero y gran valor que tienen.
Llena de situaciones, vividas a tope, con cautela, exprimiéndolas o con prudencia.
Palabras; unas dichas, que se te quedan en la mente durante años y que cambian el rumbo de tu vida y otras que están en tu subconsciente sin que tu te des cuenta.
Todo ello hace nuestro presente lo que es y es lo que nos hace evocar el pasado y preguntarse que sería de nosotros si hubiésemos seleccionado otra opción, si no hubiésemos tenido nunca esos gestos con nosotros, sin haber vivido esas situaciones o sin haber escuchado esas palabras.
Mi niña de Luna...
Hace 8 meses