martes, 31 de marzo de 2009

Valencia


Tres días han sido suficientes para descubrir esta ciudad.
Tenía demasiadas ganas de conocerla y de explorar sus peculiaridades. Quiería que llegase este fin de semana.
Encontré sol y lluvia, blanco y negro, día y noche... encontré lo que buscaba y más.
Sabía que me gustaría, pero no tan extremadamente, que gozaría encontrándome con gente, de fiesta en sitios magníficos, paseando por su mojadas calles.
Sabía a ciencia cierta que sería inolvidable.
Pero todo lo que tenía pensado ha sido minúsculo comparado con cómo ha sido verdaderamente.
No puedo cambiar nada, no soy capaz de mejorar algo. Es realmente imposible que algo saliese mejor. Incluso que la lluvia nos acompañase gran parte de este finde fue especial.
Valencia 09: Gracias darlings

martes, 17 de marzo de 2009

Sin ti me va bien



No te necesito ahora todo me va bien.
Mi vida sigue sin que tú estés conmigo, ni te echo en falta en el transcurso de mis días, ni preciso de ti para ser feliz.
Hace tiempo me acostumbre a tu no-presencia, a estar sin ti.
Entonces no tiene sentido que lo hagamos otra vez, porque no sé a ti, pero a mi me hace mucho daño. Estar contigo momentaneamente, disfrutar de un fugaz dulce, algo que tendrá fin antes de que incluso pueda llegar a saborearlo, subir al cielo para después caer en picado, para después separarnos otra vez.

sábado, 14 de marzo de 2009

Sin complicaciones

Ni siquiera es necesario que me revelen un montón de palabras atractivas y de aspecto rocambolesco. No hace falta que me reciten bellos poemas que en ocasiones me cuesta comprender su significado. No pretendo que con un guión escrito previamente sobre la mente lo espete ante mis oídos.
Es tan sencillo como emprender una conversación sin ánimo de lucro, un diálogo corriente tocando cualquier tema aparentemente insignificante, y en un momento dado me diga lo que siente, con frases simples y llanas. Expresando sus sentimientos de una forma clara, concisa, de ese modo que tiene tu amigo de decirte gratuita, altruista y espontáneamente lo que supones para él.
Y caer en la cuenta de que esas pequeñas cosas son las que realmente componen la felicidad en tu vida.

lunes, 9 de marzo de 2009

Música en directo

Fin de semana de música para mis oídos. Música en directo en una pequeña sala madrileña (ya os he dicho que me encanta Madrid, así que este finde me volví a escapar allí).
Disfruté de la noche del viernes pero sobre todo del sábado. Conocí a grupos que jamás hubiese sospechado, me deleité con esas bandas que ya conocía y tuve la oportunidad de ver sobre el escenario a músicos de los que había escuchado muy buena crítica.
Me gusta las voces en vivo, los conciertos, el sonido de las guitarras en los directos y la actitud que acompaña al rock.
Darle experiencia a tus oídos rodeada de una compañía inmejorable.
The fake band, Idioterne, Garaje Jack, Le punk, Carlos Cros y Sidecars entre otros han ayudado a no olvidar este finde.

jueves, 5 de marzo de 2009

Un click

De pronto me di cuenta de que no valía la pena estar así. Fue inesperado, incluso para mí, invitarle a adelantar su despedida, y me arrepentí de ello. Y su postura me hizo daño. Para qué negarlo.
Pero llego un momento en que algo en mí broto, algo hizo ‘click’ y cambió todo. Advertí que la vida de por sí es demasiado dura, como para que encima nosotros nos encarguemos de complicarla más, y que la única forma de aprovecharla es buscar la felicidad en cualquier lugar y ante cualquier situación. Por complicado e imposible que nos parezca a veces.

lunes, 2 de marzo de 2009

Madrid

Por si alguien no lo sabe, me encanta Madrid.
Es una ciudad que procuro visitar frecuentemente porque allí me siento a gusto, quizás a veces experimento un ligero agobio, yo acostumbrada a mi pequeña y tranquila Zamora, al ir a Madrid que es todo un caos puede ser estresante pero a mí ese estrés me encanta: tanto movimiento, las calles siempre llenas, pubs de todo tipo, los edificios altos, personas tan dispares…

Disfruto estando allí, me siento verdaderamente yo. Cuando voy a Madrid es como si olvidase mi vida y me sumergiese en otra, en otra donde no tengo tiempo para pensar ni para hacer otra cosa que no sea echarme unas risas y regocijarme de alegría.
Allí el tiempo siempre pasa demasiado rápido, siempre intento estrujar cada segundo para irme con la sensación de haber apurado totalmente el viaje.

Todas mis visitas a esa ciudad son sin dudarlo magníficas, pero me aventuro a decir que pocas como la de este finde: noches en el burdel de las sirenas, madrugones en Alameda de Osuna, tiradas en el Retiro, de compras con Cris, de cañas y nesteas en el museo del jamón, noches de concierto en la sol, costelleando, en los sofás haciendo fotos, rubenizándome, de risas por la Gran Vía, aprendiendo a comer hamburguesas, paseos por Plaza de España, disfrutar de la family, conocer a gente nueva y compartir ratos con esas personas que tanto tanto quieres.

Y que mejor que acompañar esta entrada, con esta canción: