Era un día especial.
Ella envolvió su cuerpo con un vestido blanco y colocó sobre sus pies unas sandalias acordes con el bolso de mano negro, de 15 cm.
Lucía un recogido cuanto menos elegante. Y sobre su cuello se podía ver aquella cadena de oro blanco, algo sencillo pero distinguido.
La gente la miraba, las mujeres cuchicheaban envidiando su belleza y los hombres envidiaban no poder tenerla entre sus brazos. Era consciente de ello, así que sonreía, sintiéndose orgullosa de sí misma.
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Es increible sentirse "inalcanzable" a veces verdad?
ResponderEliminarSube el autoestima :D
no, no me olvido, sólo que no lo cuento
ResponderEliminarno lo vivimos como un concierto de Sidecars como tal, asique no me vale..^^
y fue el 16, no el 15
;)
Me alegro de que te haya gustado mi texto. Yo también me pasara por aquí frecuentemente. Te sigo :D
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