viernes, 23 de julio de 2010

Recordar

Se va algo especial y único. Algo inolvidable, indescriptible e inigualable.
Se esfuma un cara dura, con sus dudas, con sus ganas de sufrir algo que no he olvidado, ni que me ha olvidado a mí.
Se desvanecen sus ojos claros, su perfecta sonrisa, su olor y su grave voz. Y sus besos, por supuesto.
Parten momentos cortos pero intensos, muchas ilusiones, infinitas palabras, innumerables risas, centenares de miradas.

Sólo queda el pasado, ese al que tantas veces nos aferramos, el recuerdo. Y el sentimiento de nostalgia, los te echo de menos, pero ahora son más profundos y silenciosos. Simplemente ahora quedan los acuerdos de hacerlo bien, de preservar las distancias y de ser amigos, esos pactos internos que se hacen, simplemente por presunción de culpabilidad.

jueves, 22 de julio de 2010

Maldita dulzurra la tuya

Hablando pasan los días que nos quedan para irnos, yo al bucle de tu olvido, tú al redil de mis instintos

lunes, 19 de julio de 2010

Se me escapa

Siento que se va escapando poco a poco, que lentamente se desvanece y se va, y finalmente se me escapa de los dedos. Todo sin yo poder hacer nada.
Me intento preparar para el final, asimilarlo aunque llevo mucho tiempo haciéndolo. Intentando escapar, huir de mis sentimientos.
No estoy tranquila, la incertidumbre es grande y la ilusión pesa demasiado, sin embargo la intuición me coarta la esperanza. No para de decirme que esto se acabo, se acabo en el inicio, incluso antes de empezar.
Me pregunto si merece la pena sentirme así, pensar de esta forma, y si realmente tenerlo de frente solucionaría algo.
Las promesas se van, las palabras se las lleva el viento y todo es efímero.

Pero por otra parte, la esperanza se mantiene, a veces un resquicio de esperanza aparece, ciertas señales me hacen ver que estoy equivocada.

Así que me dedico a vivir, a hacer lo que considero oportuno y a equivocarme, no me importa, es algo que ocurre, nadie es perfecto.

lunes, 5 de julio de 2010

A ti

Todo me huele a ti
Y todo me sabe a ti
Y todo lo que oigo me recuerda a ti
Y... tengo ganas de verte

jueves, 1 de julio de 2010

Aprender

A lo largo de mi vida he sido muy ingenua, enteramente apasionada, profundamente entusiasta, íntegramente activa y totalmente incansable, donde he vivido emociones, abarrotado de situaciones difíciles. Me he tomado tiempo de desconexión que me concedía esquivar fugazmente el mundo. He conocido a personas que me empujaban hacia problemas y mostraban la más brillante (y falsa) faz de su cara ante mí pero también excelentes y gratificantes personas que en cierta medida me llevaban a ser mejor persona. He tomado decisiones: unas duras con poco fin y otras echadas al azar realmente importantes. He luchado en duras guerras, complicadas batallas, arduos conflictos, delicados enfrentamientos, estúpidas peleas, triviales conflictos e importantes contiendas. He caminado, me he movido, he parado, he descansado, he saltado, he reído y he llorado. En definitiva, he vivido lo más plenamente posible. Y en todo el tiempo no conseguí ni la mitad de lo que tú me has proporcionado en cuatro días.