jueves, 17 de junio de 2010

Prefiero recordar

Va a ser mucho tiempo, más de dos meses… No quiero echarle de menos, ni que me eche él de menos a mí. Ni estar llorando por las esquinas contando los días que quedan para verle otra vez. Pero creo que es inevitable que cuando una persona, sentimentalmente ha sabido llegar a ti, aunque sólo sea mediante un roce, es imposible no desarrollar una serie de acciones y sentimientos como consecuencia de ello. Vamos, que no cabe dentro de la lógica no notar un hueco en tu vida tras la marcha de una persona.
Y la rabia me inunda por ello, porque prometí no adherir el deseo con el querer y la pasión con los besos, aunque más que la rabia por desencadenar una serie de sensaciones tales, me acorrala el miedo. Y lo peor de todo es que este cada vez se va adueñando más de la situación. A medida que pasa el tiempo, muy lento por cierto, el miedo va creciendo y creciendo.
¿Miedo de qué? Miedo de qué cada vez le eche más de menos, miedo de que él no se acuerde de mí en todo este tiempo, de perderle sin quererlo, incluso de no volverle a ver. Miedo de que haga una nueva vida y no le reconozca, o de que se vuelva aún más guapo, o de que no pueda soportar su ausencia y un día me vuelva más loca de lo que ya estoy. Miedo no recordar con exactitud su corte de pelo, o de que no sea capaz de escuchar en mi cerebro el timbre de su voz, o de no encontrar en la retina de mi mente su sonrisa, de no reconocer sus gestos, de descuidar su recuerdo, vamos, de olvidarle. A fin de cuentas, no me importa que él se olvide de mí, de hecho me parece bien, que haga su vida. Pero yo no me puedo permitir olvidarme de la única persona que consiguió cambiar mi actitud vital (aunque fuese ligeramente).
Y sé que olvidar tiene muchas ventajas. Te libera del pasado y te proporciona la formación de un buen futuro, elimina mucha nostalgia y además bueno, supongo que te desprende de muchas ideas absurdas. Pero resulta que por primera vez en mi vida prefiero recordar, aunque duela un poco.

3 comentarios:

  1. Yo también prefiero recordar, y dos meses no son nada si se valoran pequeños detalles :)) un beso muy granndeee:)))

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  2. No olvides. Echar de menos, si es por algo bueno y encima es recíproco, no es malo. Es sólo la promesa de volverse a ver.

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  3. Porque un corazón solitario se convierte en un mero descuido. Por eso.

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