lunes, 9 de noviembre de 2009

Con las gafas puestas

Tras la lluvia siempre sale el sol y el sol es quien nos proporciona la luz necesaria para ver las cosas con claridad.

Y ver las cosas tan directamente, a veces es doloroso, aunque sea algo que sepas o intuyas. Y cuesta mucho afrontarlas y pasar página, no es cómodo vivir con ello y continuar tu vida con esas noticias, aunque lo intentnes, pero si algo he aprendido es que no sirve de nada construir coartadas mentales para engañarte a ti mismo y a los demás, pues la realidad no va a cambiar de posición.
Sólo hay que plantearle cara, sobrepasar el problema

7 comentarios:

  1. Y a veces esas gafas te salvan de algo que te quema, pero casi siempre es mejor quitáserlas y que arda todo ahí fuera en lugar de que quién arda sea uno mismo. Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Qué gran verdad! Ya podemos dar rodeos, que la realidad nose va a mover de su sitio.

    Un beso enorme, amiga.

    P.D. ¿No quieres un librito? :))

    ResponderEliminar
  3. Eso ocurre siempre. O lo enfrentas a la cara, o nadie lo hará por tí. Nunca
    Es lo que tiene ir haciéndose mayor..

    ResponderEliminar
  4. hay k jugar al juego de la tortilla, vuelta y vuelta, cuando hay un problema no tienes mas k darle la vuelta y zAS! :D

    ResponderEliminar
  5. el sol solo ha sido una excusa para q veas todo objetivamente.
    haz lo q tengas q hacer
    :)

    ResponderEliminar
  6. Las gafas se nos empañan por sentir demasiado, dejan pasar mucha luz, nos horadan la retina.
    Un saludo y un canto de ballena.=)

    ResponderEliminar
  7. Muchas gracias por tu comentario, lucharemos juntas a través los blogs. Un abrazo

    ResponderEliminar